¿Ha intentado estar solo en una habitación sin hacer
absolutamente nada por más de 15 minutos? Un estudio publicado por la revista
Science encontró que en una situación como esta más de la mitad de las personas
no se sienten a gusto y el 57 por ciento confesó que fue difícil concentrarse
en algo sin echar mano del celular, la tableta o un libro.
La experiencia resulta tan incómoda que incluso el 67 por
ciento de los hombres y el 25 por ciento de las mujeres manifestaron preferir
una descarga eléctrica antes que enfrentarse a un momento así.
Timothy Wilson y otros investigadores de las universidades
de Harvard y Virginia concluyeron que “la mayor parte de la gente prefiere
estar haciendo algo que no hacer nada o sentarse en soledad con sus
pensamientos”.
Vale anotar que la corteza cerebral siempre insta a la
actividad, de modo que estar haciendo cosas todo el tiempo es connatural a las
personas; de hecho, la cultura occidental siempre tiende a rendirle más culto
al cuerpo que a la mente.
Aun así, los expertos coinciden en que las razones por las
cuales es difícil que la gente abra un espacio para estar con ella misma van
desde la necesidad de evadir los conflictos personales hasta la dependencia de
la tecnología y la falta de tiempo.
El psiquiatra Jorge Forero, presidente del Instituto para el
Desarrollo de la Salud Emocional, cree que, cuando esos espacios se dan, buscan
distraerse con lo que tienen a mano.
“Cuando la persona tiene conflictos no resueltos (como
remordimientos o malas acciones) tiende a evadir sus pensamientos. Enfrentarlos
puede hacer sentir mal a muchos, tanto que prefieren escapar con el teléfono”,
dice.
Según el psiquiatra, las personas tienen derecho a
bloquear situaciones dolorosas o incómodas, pero recomienda prestarle atención
a qué tan serio es lo que hace que algunos se alejen de sus reflexiones.
“Hay casos –dice– en los que el asunto puede requerir una
guía terapéutica que le enseñe a la persona a resolver esos conflictos. Hay que
enseñarle a la gente a estar a solas, a entretenerse con sus pensamientos, sin
que le causen dolor y molestia”.
Forero cree que otra razón por la que las personas prefieren
el chat o la tableta mientras están a solas es la cantidad de cosas pendientes
frente al poco tiempo. “La gente se la pasa posponiendo tareas o compromisos
que deja para los momentos en que tiene un espacio a solas. Esa puede ser una
interpretación del estudio”, agrega el psiquiatra.
Tener espacios
La psicóloga Diana Tarazona dice que hoy las personas son
menos capaces de aprovechar su soledad porque están en un mundo de dependencia
y necesidades que les han creado los teléfonos, videojuegos y otras
tecnologías.
Según la psicóloga, para los seres humanos es fundamental
divertirse y satisfacer necesidades, y eso se ve altamente compensado con el
chat, que elimina la posibilidad de estar solos, entre otras razones porque la
presión social tecnológica demanda estar conectado.
Tarazona insiste en que los seres humanos necesitan
espacios para reflexionar y no hacerlo desencadena situaciones complicadas en
su vida y en coyunturas decisivas, como la elección de una carrera profesional.
Simplemente, no saben cómo encontrarse consigo mismos.
El psiquiatra Jorge Téllez asegura que reflexionar es una
estrategia que se aprende, que implica método y disciplina, y no todas las
personas tienen esa capacidad.
“La reflexión es importante para el aprendizaje proactivo de
cómo me siento yo en el entorno. Si una persona es capaz de sentarse a
reflexionar sobre sus experiencias, seguramente podrá reaccionar mejor frente a
situaciones de estrés y enfermedades sin desbordarse”, concluye.
Por: Estilo de vida. El tiempo.es
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