martes, 29 de diciembre de 2015

EL YO INSOPORTABLE






¿Ha intentado estar solo en una habitación sin hacer absolutamente nada por más de 15 minutos? Un estudio publicado por la revista Science encontró que en una situación como esta más de la mitad de las personas no se sienten a gusto y el 57 por ciento confesó que fue difícil concentrarse en algo sin echar mano del celular, la tableta o un libro.

La experiencia resulta tan incómoda que incluso el 67 por ciento de los hombres y el 25 por ciento de las mujeres manifestaron preferir una descarga eléctrica antes que enfrentarse a un momento así.


Timothy Wilson y otros investigadores de las universidades de Harvard y Virginia concluyeron que “la mayor parte de la gente prefiere estar haciendo algo que no hacer nada o sentarse en soledad con sus pensamientos”.

Vale anotar que la corteza cerebral siempre insta a la actividad, de modo que estar haciendo cosas todo el tiempo es connatural a las personas; de hecho, la cultura occidental siempre tiende a rendirle más culto al cuerpo que a la mente.

Aun así, los expertos coinciden en que las razones por las cuales es difícil que la gente abra un espacio para estar con ella misma van desde la necesidad de evadir los conflictos personales hasta la dependencia de la tecnología y la falta de tiempo.

El psiquiatra Jorge Forero, presidente del Instituto para el Desarrollo de la Salud Emocional, cree que, cuando esos espacios se dan, buscan distraerse con lo que tienen a mano.

“Cuando la persona tiene conflictos no resueltos (como remordimientos o malas acciones) tiende a evadir sus pensamientos. Enfrentarlos puede hacer sentir mal a muchos, tanto que prefieren escapar con el teléfono”, dice.

Según el psiquiatra, las personas tienen derecho a bloquear situaciones dolorosas o incómodas, pero recomienda prestarle atención a qué tan serio es lo que hace que algunos se alejen de sus reflexiones.

“Hay casos –dice– en los que el asunto puede requerir una guía terapéutica que le enseñe a la persona a resolver esos conflictos. Hay que enseñarle a la gente a estar a solas, a entretenerse con sus pensamientos, sin que le causen dolor y molestia”.

Forero cree que otra razón por la que las personas prefieren el chat o la tableta mientras están a solas es la cantidad de cosas pendientes frente al poco tiempo. “La gente se la pasa posponiendo tareas o compromisos que deja para los momentos en que tiene un espacio a solas. Esa puede ser una interpretación del estudio”, agrega el psiquiatra.


Tener espacios


La psicóloga Diana Tarazona dice que hoy las personas son menos capaces de aprovechar su soledad porque están en un mundo de dependencia y necesidades que les han creado los teléfonos, videojuegos y otras tecnologías.

Según la psicóloga, para los seres humanos es fundamental divertirse y satisfacer necesidades, y eso se ve altamente compensado con el chat, que elimina la posibilidad de estar solos, entre otras razones porque la presión social tecnológica demanda estar conectado.

Tarazona insiste en que los seres humanos necesitan espacios para reflexionar y no hacerlo desencadena situaciones complicadas en su vida y en coyunturas decisivas, como la elección de una carrera profesional. Simplemente, no saben cómo encontrarse consigo mismos.

El psiquiatra Jorge Téllez asegura que reflexionar es una estrategia que se aprende, que implica método y disciplina, y no todas las personas tienen esa capacidad.

“La reflexión es importante para el aprendizaje proactivo de cómo me siento yo en el entorno. Si una persona es capaz de sentarse a reflexionar sobre sus experiencias, seguramente podrá reaccionar mejor frente a situaciones de estrés y enfermedades sin desbordarse”, concluye.

Por: Estilo de vida. El tiempo.es

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